No hace más de 40 años el principal papel de las mujeres era el hogar, a pesar que se habían logrado derechos como el voto, la educación y el reconocimiento de su papel dentro de la sociedad; pocas mujeres se podían desarrollar profesionalmente como expertas en ciertos temas o llegar a ser conferencistas reconocidas.
Al ser conscientes de nuestro poder como mujeres y el paso de los años nos ha permitido, no solo cumplir con las labores en el hogar, también incursionar en campos que eran estrictamente masculinos, y tomar un papel cada vez más relevante en los ámbitos sociales, políticos, educativos, investigativos y deportivos entre otros.
El mundo viene atravesando por cambios constantes, y el reto que nos propuso la pandemia en 2020, sí que fue uno bien agitado y desafiante. Nos ha devuelto al origen, nos ha invitado a valorar lo simple, a valorar los pequeños detalles, ha traído nuevas maneras de hacer las cosas.
Desde hace unos años se viene hablando la importancia de conectar con las personas, no lo digo por la tecnología, que, sí que nos ha hecho la vida fácil, lo digo desde el corazón, conectar desde la empatía, desde entender genuinamente cuáles son sus problemas y necesidades, resolviendo de la mejor manera posible y ganando la confianza de quienes nos siguen y escuchan.
La pandemia abrió nuevos horizontes, ahora nos permite a través de una pantalla y una conexión a internet llegar a lugares inimaginables y compartir con persona que nunca pensamos llegar a interactuar, se abrió el camino para hacer las cosas de maneras diferentes.
En nuestra profesión de conferencista, la nueva realidad es poder llegar a las personas, a través de una pantalla y transmitir la emoción, la motivación y la fuerza que se llega a transmitir cuando se está en vivo, este es uno de los mayores retos que tenemos.
Aptitudes como el dominio de un auditorio paso a un segundo plano, hoy es vital aprender a manejar las diferentes plataformas de streaming y de videoconferencias, conocer sus fortalezas y debilidades y evaluar cuál se acomoda mejor a nuestro mensaje. Además, se hace relevante el uso de las redes sociales ya que allí se encuentra la mayor audiencia y por medio de ellas puedes llegar más fácil a transmitir tu mensaje, logrando un mayor alcance y una mayor fuerza a tus ideas.
Hoy más que nunca, entregar un mensaje claro, y contundente de forma cálida y cercana, es la clave. Las personas están intoxicadas, las distracciones son incontables y la capacidad de atención es menor, así que la agilidad es clave, el tiempo que da la audiencia es limitado, así que, si no llamas la atención con un mensaje poderoso, difícilmente te van a ver y escuchar.
Por esta razón es clave que tomes un enfoque específico, (en mercadeo le llamamos nicho), es decir que escojas un grupo de personas con un problema común que tú, con tu experiencia y conocimientos, puedas ayudarles a resolver. Una vez que definas quienes es tu audiencia, identifica cómo son, qué les gusta, de que hablan, con quien pasan su tiempo, quien es importante, que les duele, cómo y dónde se comunican, de esta manera es más fácil construir un mensaje contundente para ellos.
Se requiere de aptitudes adicionales para tomar este nuevo reto que nos propone el universo. Asumirlo con responsabilidad, disciplina y siguiendo lo que dicta nuestro corazón, son la clave para seguir por este camino, así como rodearse de personas que estén en la misma sintonía que tu y sobre todo con resultados similares a los que quieres lograr en tu vida.
En la FIMC Federación Internacional de Mujeres Conferencistas, estamos construyendo una gran comunidad de mujeres con un mismo fin, transformar e impactar la vida de las personas por medio de nuestra voz, promoviendo el rol de la mujer conferencista atreves de la profesionalización. Acá encontrarás hermandad, apoyo, honestidad, lealtad, guía, diversión y sobre todo mucho amor para ayudarte a abrir tus alas y volar muy alto con tu sueño, te veo adentro.