Desde pequeños sentimos el deseo de tener y obtener una gran cantidad de dinero, alcanzar libertad financiera muy jóvenes y hasta ser millonarios, nos enseñan, a punta de tradiciones que al finalizar el año hagamos doce propósitos, doce promesas de cambio, comiendo uvas… una por cada campanada. Nos acostumbramos a generar hábitos cotidianos que se consideran indispensables, como comprar el café en la mañana, una merienda, un dulce, algún bocadillo, son pequeños gastos diarios que de por si solos no suponen un gran desembolso, pero a la larga, pueden llegar a ser un problema para cualquier presupuesto sobre todo si se quiere ahorrar.
Existen pequeños consejos que te pueden ayudar a organizar mejor tus finanzas y fomentar de manera sencilla tu ahorro, aunque para llegar a completar tus metas personales debas gastar lo estrictamente lo necesario, una vez lo inicias veras los resultados, veamos cuales son:
- Realiza un listado de todos los ingresos que percibes, teniendo en cuenta el promedio de los últimos 6 meses (o un año si son muy variables), esto te ayudará a identificar con qué plata dispones para tus inversiones, metas, estudios, gastos o deudas. Debes ser consciente de dónde está tu dinero, no caigas en el hábito de retirar dinero del banco sin antes tomar un minuto al día para revisar tus cuentas y tus transacciones, así evitas sorpresas y saber dónde te encuentras, financieramente hablando.
- Realiza un segundo listado con un plan de gastos (esenciales), esto te permite entender cuáles son tus gastos fijos como arriendo, servicios, cuotas de créditos, comida, etc. Esos gastos que seguramente no cambien durante un periodo de un año. Si conoces bien cuánto debes y cuando lo debes pagar, evita que “te cuelgues” lo cual te puede llevar a la lista de morosos e incrementar así el valor a pagar por la acumulación de intereses. Recuerda que los gastos no esenciales son aquellos gastos a los cuales podemos renunciar sin afectar aspectos básicos como la vivienda o la alimentación.
- Plantearte metas u objetivos, es muy importante, para poder planear la forma de alcanzarlos con tu presupuesto. Este es el primer paso para realizar la planificación de tus finanzas, teniendo en cuenta las cosas que realmente valoras, como hacer una maestría, viajar, comprar un carro o una casa. Una vez analices cuanto debes destinar mes a mes para alcanzar estas metas, ajusta tu presupuesto de gastos “no esenciales” para que puedas asegurar la realización de estos aportes.
- Mes a mes lleva una bitácora (puede ser en excel!) con tus ingresos y gastos. Esto te permitirá entender cómo se comporta tu economía para mejorar tus hábitos financieros y compararlos con el presupuesto que construiste, así identificas si estás gastando de más o si tienes alguna oportunidad de ahorro. No incurras en gastos no esenciales que excedan los límites que te pusiste. Siempre tenemos “antojos”, pero ser disciplinados es lo que nos va a permitir lograr esas metas y poder alcanzarlas sin endeudarnos.
- Construye un fondo de emergencia. Es posible que se presenten eventos inesperados. Aunque no podemos predecir el futuro debemos estar preparados para épocas escasas; siempre guarda el 10% (de ser posible) de tus ingresos para emergencias futuras.
- Constantemente, busca la manera de aprender un poquito más acerca de finanzas, realiza rutinas que te ayuden a asegurar que tus metas financieras se cumplan, a través de los buenos hábitos. Los buenos hábitos pueden ser una tarea rigurosa pero son la solución sencilla para lograr responsabilidad financiera.
El objetivo de alcanzar abundancia, riqueza y prosperidad, es posible si dispones de un plan de trabajo, el cual debes acompañar mediante un cambio de pensamiento. La prosperidad es un sentimiento duradero y profundo, que genera paz, tranquilidad, seguridad y felicidad. No dejes tus propósitos y acciones para más tarde, porque de igual forma jamás encontrarás el momento.
El lugar, el momento y la oportunidad es ahora.